"Desde siempre he sentido la necesidad de contar historias" Entrevista al escritor español David Zurdo, ganador del Premio ...

"Desde siempre he sentido la necesidad de contar historias"

Entrevista al escritor español David Zurdo, ganador del Premio Minotauro 2012.

¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor? ¿Cómo se inició?
Desde siempre he sentido la necesidad de contar historias, pero es cierto que hubo un momento concreto en que me dije que yo quería ser escritor: leyendo Caballo de Troya de JJ Benítez. No es que este libro se cuente hoy entre mis favoritos, y no es todo el libro el que me causó ese deseo, sólo la primera parte, en que el propio JJ es protagonista, pero así fue.
En cuanto a cómo me inicié, a los catorce años empecé a filmar cortos con mis amigos (El monstruo de otro mundo, La fiesta, Angustia, La pasión de san Asesino, El lomo de Arico…). Luego, a partir de los diecisiete o dieciocho años escribí un par de obras de teatro (Pan y Circe y Nerón engominado), poemas muy encendidos y una novela (Crónica de Rocambole Ziruyo). Fueron mis inicios.

¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?
No sé si sabré responder a esto correctamente… Escribo thriller, escribo misterio, no sé si terror como tal, y también escribo historias costumbristas en que las emociones priman. De algo sí estoy seguro: no pienso en nada de esto cuando me lanzo a desarrollar una historia. Pero supongo que la mente actúa por su cuenta y lo lleva a uno a donde debe ir. Me gusta creer que es así.

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
Todos los que, en algún momento, me han embargado. La lista es muy dispar e incompleta: JJ Benítez, Daniel Defoe, Julio Verne, Morris West, León Uris, Montanelli, Papini, Shakesperare, Nietzsche, Richard Wagner, Sófocles, Esquilo, Pablo de Tarso, René Goscinny, Molière, Cela, Dumas, Hugo, Robert Graves, Javier Sierra, Dickens, Hemingway, Ted Sorensen, Zweig, Apuleyo, Homero, Steinbeck… Sobre todo Steinbeck. También debo decir que los autores que más me repugnan forman parte de mí, aunque de otro modo: Sun Tzu, Eurípides, Luis Coloma, Joyce…

¿Cuál es su novela y cuento favorito?
Novela, si me lo preguntan hoy, De ratones y hombres de Steinbeck. Cuento, aunque sea largo (y no sé bien si llamarlo cuento), Un cuento de Navidad de Dickens.

¿Qué nos puede contar acerca de sus novelas publicadas?
Primero, que no estoy contento del todo con ninguna de ellas, pero la que más se acerca es El techo del mundo. Segundo, que todas tienen un poco de mi alma, aunque en distinta proporción. Tercero, que han sido parte de mis mejores momentos vitales.

En 2012 ganó el prestigioso Premio Minotauro, ¿cómo vivió aquella experiencia?
Fue una gran experiencia, sobre todo porque llegaba tras la decepción de El techo del mundo, que se vendió muy poco a pesar de las magníficas críticas. De todos modos, los premios sólo sirven para tener visibilidad. El verdadero premio es la conexión con el lector. Que alguien te relea o recomiende tu libro es el mayor premio, lo máximo para un escritor. Al fin y al cabo, escribimos para eso.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
Ahora mismo estoy con una novela de aventuras y misterio (si esto sirve como definición) y con un guión de cine policíaco y de terror (ídem). Al margen de la escritura, tengo un microespacio de ciencia y misterio en Radio Nacional de España (El ojo de la aguja, Radio5), me encargo de la sección de ciencia del programa Gente despierta (también en RNE) y trabajo como guionista en Otros mundos, el nuevo programa de TV de Javier Sierra, que se estrenará próximamente en Movistar Plus.

"Escribo sobre lo que tengo ganas de escribir". Entrevista al escritor argentino Pablo Cazaux, ganador del Premio Tristan...

"Escribo sobre lo que tengo ganas de escribir".


Entrevista al escritor argentino Pablo Cazaux, ganador del Premio Tristana 2016, por su novela: Muertos a la carta.

¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor? ¿Cómo se inició?
No fue una decisión, simplemente sucedió. No sé si vale la pena contar una historia tan banal así que la sintetizo en esto: empecé a los 15 años copiando historias de cawboys que se publicaban en unos libros muy pequeños y de papel barato. Eran un poco más que cuentos largos pero a mí me fascinaban. Imitaba la forma de escribir y algunas escenas. Lo mismo hice con Bradbury más adelante y con Cortázar después. Cuando quise llegar a imitar a Faulkner me di cuenta que había llegado a mi techo y empecé a escribir buscando un estilo propio y temas que yo pudiese dominar desde lo emocional. Y así seguí logrando pequeños avances. Y en eso andamos ahora, tratando de avanzar todos el tiempo un poquito más pero satisfecho de escribir las cosas que quiero escribir.


¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?
No trabajo en una literatura específica. Escribí todo lo que tuve ganas de escribir y en cada libro puse el cuerpo, el sudor y el insomnio. Gané el concurso Trtistana 2016 con una novela fantástica (Muertos a la carta) y dos años antes fui finalista del premio JPM con una novela policial negra (Carver). También escribí una novela de terror que me encantó. Una casi autobiográfica. Dos novelas de un matrimonio japonés al que adoré. Una saga juvenil con la que estoy recorriendo colegios y charlando con los alumnos. En fin, mi escritura es muy ecléctica y variada. Escribo sobre lo que tengo ganas de escribir.

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
En mi obra no sé. En mi vida cientos. Como decía, cuando me puse a escribir más o menos en serio traté de despojarme de todo lo que había leído para escribir a mi manera. Supongo que allí debe haber una mezcla brutal de todos los escritores que me conmovieron en algún momento.

¿Cómo nace "Muertos a la carta"? su última novela.
Muertos a la carta nace como una experimentación muy extraña. Tengo un amigo chef que vive en Alemania y nos empezamos a escribir seguido. Surgió la idea de hacer algo pero no sabíamos qué. Él empezó a contarme cómo era la vida de un chef dentro y fuera de un restaurante y a decirme las recetas que se la habían ocurrido en el día. Yo empecé a pergeñar la historia de un chef que recibe en su restaurante a gente que está muerta pero que no lo sabe. Le pregunté, entonces, a mi amigo, qué cocinaría para fulano de tal (un personaje) y él me decía lo que haría. Pero no en forma de receta clásica sino en forma narrativa. Así fue que las recetas se fueron amalgamando con las historias de los personajes, del restaurante y del chef. Y al poco tiempo ya estaba terminada la novela.

¿Cómo funcionó el libro en España?
Es difícil saberlo cuando no vivís allá, ni tenés agente literario y sólo sos un perejil que escribió una novela razonable que ganó un concurso. En líneas generales fue una de las experiencias más grandes de mi vida. Viajé a España, participé de una presentación maravillosa en un teatro y sentí que tenía a todo Santander a mi disposición. Fue realmente increíble. El libro quedó maravilloso (desde el punto de vista de la edición) y tuvo mucha repercusión en la prensa escrita. Ahora parece ser que van a estar en México. Y no sé nada más. Mi hijo se ha ido de casa sin dejar señales de vida.

¿En qué se diferencia esta novela respecto de tus otros trabajos? ¿crees que existe algún tipo de conexión?
Todas las novelas son muy diferentes entre sí por la diversidad de géneros y de argumentos. Hay hilos conductores que tienen que ver con los temas que se abordan: la muerte, la violencia, el amor, etc. Todo esto visto no desde el plano tradicional sino desde el otro lado. Vale decir, Carver, si bien es un policial negro, es también una novela de amor y búsqueda de identidad. Pero si tuviera que definirla diría que es una novela de desamor. Pasa todo lo contrario a lo que se espera del concepto de amor básico. Pero no deja de ser una de las formas del amor.

¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
En este momento estoy abocado a la saga juvenil. Quería escribir una historia con adolescentes en los que cada libro tuviera su independencia. Pero sobre todo quería escribir libros inteligentes, libros con contenido, no quería personajes clichés ni estigmatizaciones. Todos somos buenos y malos de alguna forma. Y yo quiero que los conceptos de amistad, solidaridad, heroísmo, amor, tuvieran un desarrollo inteligente y normal. Todo eso, por supuesto, combinado en una historia de aventuras y terror que empuje la trama hacia un final que te deje sin aliento. En los colegios, el primer tomo de El Mapa de Arena anduvo muy bien. Los chicos la leyeron con sus profesores y prepararon todo un trabajo. Después me invitaron a charlar y fue un placer y una maravilla que me regaló la vida poder conversar con adolescentes de literatura y desmembrar la novela como si fuera un pollo. Veremos qué pasa el año que viene con la segunda parte. Ahora estoy por empezar una novela nueva, muy oscura y dolorosa y en cuanto la termine, me pondré manos a la obra con El Mapa de Arena 3.

"Escribo desde siempre porque es vital para mí". Entrevista a la escritora argentina Gisela Lupiañez, finalista del Premi...

"Escribo desde siempre porque es vital para mí".


Entrevista a la escritora argentina Gisela Lupiañez, finalista del Premio Anubis 2017.


¿Cómo nació "Estamos llegando", obra finalista del Premio Anubis 2017?
El cuento nació como un desafío durante un taller literario en el que había que elegir una fotografía como disparador para una historia. Yo elegí tres, en apariencia incompatibles: una galaxia, un gato y una escena de una película de zombies. Cuando me senté a escribir, salió la primera versión de "Estamos llegando". Es uno de mis cuentos favoritos, sobre todo por lo mucho que disfruté su escritura imaginando las caras de mis compañeros de taller cuando les leyera el borrador.

¿Qué sintió al enterarse que había sido elegido como finalista del Premio Anubis 2017?
Sentí mucha alegría y un gran orgullo por poder pertenecer a esta movida de promoción de la Literatura Fantástica, de Ciencia Ficción y Terror en español. Creo que es una iniciativa muy importante, ya que la mayoría de lo que leemos los fanáticos del género es traducido de otros idiomas.


¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor? ¿Cómo se inició?
No estoy muy segura de haber “decidido” ser escritora, así como no decido necesitar comer o respirar. Escribo desde siempre porque es vital para mí. Me” animé” a empezar a mostrar lo que escribía a partir de un concurso literario para docentes en el año 2012. Mi cuento ganó el primer premio, y ese fue el empujón que necesitaba. Desde entonces he participado en varios grupos y talleres literarios y algunos de mis relatos han sido publicados en antologías virtuales y en papel.

¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?
Escribo dos tipos de historias: de un realismo muy crudo, con cierta carga social, o fantásticos con toques de misterio o terror. Algunos de mis relatos se pueden leer en mi página www.facebook.com/textosgiselalupianez

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
Me confieso fan absoluta de Stephen King, con preferencia por sus obras más recientes. También me gusta Murakami, y entre los escritores argentinos Eduardo Sacheri y Claudia Piñeiro. Isaac Asimov, George Martin, Tolkien y Rowling tienen su lugar de preferencia en mi biblioteca. Y por supuesto Ray Bradbury.


¿Cuál es su novela y cuento favorito?
Mis novelas favoritas son “La Danza de la Muerte” y “22/11/63”, de Stephen King. Y cualquiera de los cuentos de Ray Bradbury.

"Por lo general, cultivo la narrativa de ficción. Cuentos que hablan de sueños, tempestades, libros, pequeños pueblos, apariciones, ...

"Por lo general, cultivo la narrativa de ficción. Cuentos que hablan de sueños, tempestades, libros, pequeños pueblos, apariciones, trenes y otras cosas misteriosas del pasado".

Entrevista al escritor argentino, Héctor Ángel Benedetti, finalista del Premio Anubis 2017.

¿Cómo nació “La torre de silencio”, obra finalista del Premio Anubis 2017?
Sabía de la existencia de los “dakhma”, o “dokhma” o “doongerwadi”; unos edificios funerarios de la religión zoroástrica, donde se cumple con un ritual inconcebible para otras creencias. Según los mazdeístas, el cadáver humano es tan impuro que contamina algunos elementos clásicos, como la tierra o el fuego; entonces, llevan los cuerpos de quienes fallecen a esas construcciones, que son como torres con terrazas, y allí los dejan para que se descompongan al aire libre y sirvan de alimento a las aves. Bueno, yo pensé: esto pasa muy lejos, en el Oriente, pero supongamos que por excepción ocurriera alguna vez más cerca, en un marco cultural que no pudiera aceptarlo. Y trasladé esa ceremonia a los alrededores de Carhué.


¿Qué sintió al enterarse que había sido elegido como finalista del Premio Anubis 2017?
Un cordial agradecimiento hacia los lectores del jurado que llegaron hasta el final de mi cuento y decidieron seleccionarlo.

¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor? ¿Cómo se inició?
Si fue una decisión, no lo sé; creo que más bien fue una irresponsabilidad familiar. Desde muy pequeño yo quise escribir y jamás me lo impidieron. A los seis o siete años editaba mis propias revistas: tomaba una hoja y la doblaba al medio, con lo que me quedaba un pliego de cuatro páginas que después llenaba de inocentes artículos manuscritos. La tirada era de un solo ejemplar por número. Recuerdo muy poco estas notas, pero supongo que recibieron la aprobación doméstica. En mi adolescencia, de tanto en tanto y en forma más secreta incursioné en la literatura. A los veinte comprendí que ya era tarde para corregir esta tendencia, y me entregué.

¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?
Por lo general, cultivo la narrativa de ficción. Cuentos que hablan de sueños, tempestades, libros, pequeños pueblos, apariciones, trenes y otras cosas misteriosas del pasado.

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
Son increíblemente distintos: John Steinbeck, Rudyard Kipling, Jorge Luis Borges, Marcel Schwob, Eduardo Holmberg, Eça de Queiroz, Benito Lynch, Herman Melville. Reconozco que son muy diferentes unos de otros. Un psiquiatra de la literatura se desconcertaría.

¿Cuál es su novela y cuento favorito?
Es una pregunta muy difícil, porque cambio mi lista a diario. Pero desde hace años se estabilizó en dos obras: como novela, “Il deserto dei Tartari” (1940), de Buzzati; como cuento, no uno, sino esos dos grandes conjuntos que son los publicados por Borges en “Ficciones” (1944) y “El Aleph” (1949).
Aparte, mención especial de novela para “Der Golem” (1915), de Meyrink; y de cuento para “The Monkey’s Paw” (1902), de Jacobs. Pero cabe aclarar que entre el favorito y la mención especial, en cada categoría tengo muchos otros títulos en permanente rotación.

¿Cuenta con libros publicados?
Once, de diferentes temas. Las editoriales han sido generosas. Y tal vez un poco ingenuas.

¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Un libro de narraciones espera su imprenta y otro está en plena elaboración. Son cuentos ambientados en la vasta geografía de la provincia de Buenos Aires, con personajes y situaciones que de alguna forma la inquietan. Algunos de estos relatos caen en lo fantástico, o al menos en lo difícil de explicar. En ellos casi siempre hay algo que altera la normalidad del paisaje pampeano.

"Practico una literatura que definiría como realismo de humor, pues el tono irónico, paródico, sarcástico o risueño es el que impreg...

"Practico una literatura que definiría como realismo de humor, pues el tono irónico, paródico, sarcástico o risueño es el que impregna mis escritos".


Entrevista al escritor argentino, Maximiliano Sacristán, finalista del Premio Anubis 2017.

¿Cómo nació "Extraño síndrome de Estocolmo" obra finalista del Premio Anubis 2017?
El argumento surgió de la combinación de los lejanos recuerdos sobre una película de ciencia ficción, "La mosca", más la cuestión de la otredad en la literatura que preparé alguna vez para un grupo de estudios. Creo que la teletransportación es el último gran descubrimiento que le queda por realizar a la ciencia.

¿Qué sintió al enterarse de que había sido seleccionado como finalista en el Premio Anubis 2017?
Entendí que el cuento tenía su potencial imaginativo y me alegró, pues la imaginación lo es todo para la creación literaria, y más aún si se trata del género fantástico y de ciencia ficción. Además de la originalidad argumental, está su buena construcción textual, lo que le da verosimilitud a la historia. Releí el cuento luego de la noticia y confirmé la intuición de que se merecía publicarse. Además, consiguió el voto de uno de los cinco miembros del jurado.


¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor? ¿Cómo se inició?
Creo que fue en el mismo momento en que me convertí en lector de literatura. Iniciarse en la lectura activa y hedonista es el paso previo para preguntarse uno mismo por qué no lo intento, por qué no hago la prueba yo también de escribir. Ese momento yo lo fecharía en el verano de 1997, el día que entré en una librería de Villa Gesell y compré un libro de Borges por iniciativa propia.


¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?
Practico una literatura que definiría como realismo de humor, pues el tono irónico, paródico, sarcástico o risueño es el que impregna mis escritos. Aclaro que no es una decisión del todo consciente, los textos me salen así. Lo que sí trato de evitar es cualquier atisbo de grandilocuencia, formalidad, seriedad o sensiblería.

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
Es una pregunta difícil de responder, pues no siempre los autores que uno lee con placer llegan a influir en la escritura. Diré que en poesía me ha marcado la lectura de Fabián Casas, y en narrativa nombraré a dos extremos estilísticos: el realismo minimalista de Osvaldo Soriano y la prosa experimental de Juan José Saer.

¿Cuál es su novela y cuento favorito?
En novela nombraré a "Luz de Agosto", de William Faulkner. En el género cuento la cosa es más difícil, habiendo tantos y tan buenos, pero elegiré "En la costra reseca", de Juan José Saer.

¿Cuenta con libros publicados?
Tengo tres libros autopublicados en ediciones independientes, pero hoy los considero prehistoria.
Comienzo a contar a partir de los libros que, desde 2016, año en que comencé a participar de certámenes literarios, me han publicado por el mérito. Nombraré la novela "Gayumbo empieza por gay", (Madrid, 2016) y el poemario "La conquista de la luna" (Cali, 2017), además de varios poemas, cuentos y ensayos aparecidos en diversas antologías y revistas de España e Hispanoamérica.


¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Actualmente me dedico a escribir exclusivamente para concursos literarios, y de a poco, según lo juzgan los jurados, voy armándome mi propia antología personal.

"Me gusta crear historias realistas, surrealistas o incluso con elementos fantásticos". Entrevista a la escritora argentina, La...

"Me gusta crear historias realistas, surrealistas o incluso con elementos fantásticos".

Entrevista a la escritora argentina, Laura Castellví, finalista del Premio Anubis 2017 por su cuento "El loco del pasaje".


¿Cómo nació "El loco del pasaje", obra finalista del Premio Anubis 2017? 
Tres veces al día paso por la puerta de Villa Alvear en el barrio de Palermo cuando llevo a pasear a mis dos perros. Queda sobre Gurruchaga, a dos cuadras de mi casa. La Villa está conformada por varias casonas victorianas y el pasaje Roberto Arlt, que ahora está enrejado. Arlt vivió en la casa más alta, la primera de la izquierda. Existe en la actualidad un personaje estrafalario —al que los demás vecinos llaman “el loco del pasaje”— que vive en una de ellas y que, por razones obvias, no voy a dar su nombre, pero que fue el que me inspiró para crear la historia. 

¿Qué sintió al enterarse que había sido elegido como finalista del Premio Anubis 2017? 
De más está decir que me puse muy contenta al enterarme. Esto se debe principalmente a que es el único cuento de suspenso que escribí en mi vida. Este reconocimiento me impulsa a incursionar más en este género.

¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritora? ¿Cómo se inició?

Comencé a escribir ficción en inglés a los quince años. Y, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de la gente, empecé por lo más difícil: a leer a Shakespeare en inglés antiguo cuando todavía estaba en el secundario. Sin dudas fue Macbeth la obra que me abrió las puertas al mundo literario. Poco después decidí ser traductora y, mientras cursaba mis estudios, tuve muchas materias de literatura que me apasionaron. Decidí, entonces, estudiar Letras en los Estados Unidos. Allí integré el cuerpo editorial de la revista literaria, Hawaii Pacific Review, y algunos de mis poemas fueron publicados en la revista literaria Genre. De regreso a la Argentina, tomé un taller de poesía con Félix Della Paolera. Paralelamente con las traducciones, las clases de inglés y mi trabajo como intérprete, empecé a escribir ficción con mayor asiduidad, y el hecho de haber ganado varios certámenes literarios me terminó de decidir a ser escritora.
Villa Alvear, lugar que sirvió de inspiración a la escritora para escribir "El loco del pasaje".

¿Qué tipo de literatura diría que cultiva? 
Cada obra que escribo es muy distinta al resto. No obstante, en términos generales hago especial hincapié en el estilo de la redacción y en el desarrollo de los personajes. A veces son historias mínimas, otras veces se trata de historias más complejas y extensas. Me gusta crear historias realistas, surrealistas o incluso con elementos fantásticos. Casi todas mis obras tienen un desenlace inesperado o bien hacen pensar al lector. 

¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra? 
Los autores que más han influido mi obra son los de estilo depurado, atentos al detalle y a la palabra justa, como ser, Nabokov, Fitzgerald, Flaubert, Hesse, Kawabata, Carlos Fuentes, Borges, Cortázar, Flannery O’Connor, Alice Munro, Joyce Carol Oates y Tomás Eloy Martínez, entre otros. 

¿Cuál es su novela y cuento favorito? 
¡Qué pregunta más difícil! Tengo muchas novelas favoritas, pero si me tengo que decidir por una sola, eligiría Madame Bovary de Gustave Flaubert por tratarse de una joya literaria. Entre decenas de cuentos favoritos que tengo, me decido por “Matar a un niño” de Stig Dagerman.
 

¿Cuenta con libros publicados? 
No, ningún libro publicado hasta el momento.
 

¿En qué proyectos está trabajando ahora? 
En un cuento sobre una temática muy actual, con un registro coloquial y va a incluir mensajes de Whatsapp. También estoy revisando la novela que terminé de escribir hace poco tiempo.

Links de interés:
http://www.lauracastellvi.com.ar/

 " Nací rodeado de libros". Entrevista al escritor cubano, Pedro Fonseca, finalista del Premio Anubis 2017, por su cuento &qu...


 "Nací rodeado de libros".

Entrevista al escritor cubano, Pedro Fonseca, finalista del Premio Anubis 2017, por su cuento "El precio de la inmortalidad".

¿Cómo nació "El precio de la inmortalidad", obra finalista del Premio Anubis 2017?
La idea del cuento "El precio de la inmortalidad" surgió de una información que vi en Internet sobre experimentos avanzados en miembros robóticos para implantes a humanos e imaginé un mundo futuro donde se obtenga la inmortalidad a través de las máquinas pero a un alto precio como especie.


¿Qué sintió al enterarse que había sido elegido como finalista del Premio Anubis 2017?
Fue un gran honor y una alegría inmensa, pues el objetivo final de mi obra es compartirla con los lectores y Anubis lo hizo posible.

¿En qué momento de su vida decidió que quería ser escritor/a? ¿Cómo se inició?
Nací rodeado de libros. Mi abuelo, mi tío y mi madre eran apasionados lectores y atesoraron cientos de ejemplares de todas las materias y corrientes literarias en una minibiblioteca que terminó siendo mi cuarto. Me contaron que en cuanto pude andar fui directo al librero. Al principio destrocé algunas páginas pero en cuanto aprendí a leer até mi destino a la literatura.
Hice mis primeros cuentos y poemas como a los nueve años de edad, recuerdo que provocaron muchas risas y algún que otro regaño.
 
En la adolescencia, motivado por mi tío pintor comencé a dibujar y dejé de lado la escritura, retomándola en la Universidad cuando cursaba la carrera de Sociología.
Los caminos de la vida me llevaron a la Radio donde escribí numerosos guiones para todos los públicos, actividad que aún realizo pero en el medio televisivo. Pasé un par de décadas
escribiendo y archivando ideas, trozos de historias, descripciones de lugares y personajes,
hasta que tres años atrás, mientras leía un artículo sobre escritores que se habían lanzado a la literatura pasados los 35 años, me decidí a trabajar seriamente en el difícil oficio de escritor, aceptando mi verdad interior (parodiando a Descartes): “Escribo, luego existo”.

¿Qué tipo de literatura diría que cultiva?

Escribo principalmente narrativa. Adoro los cuentos y los microcuentos. Creo es la literatura
del futuro, sugerente, breve y simbólica. Cultivo sin distinciones la ciencia ficción, la fantasía, el policiaco, el terror y el humor costumbrista. Creo que el tema y el personaje escogen el género. Nunca me he considerado poeta, aunque tengo un par de libros en versos libres y haikus.


¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
He leído mucho, pero creo que los más influyentes han sido Gustave Flaubert, Edgar Allan Poe,Raymond Carver, Fiodor Dostoievski, Nicolai Gogol, Antón Chejov, Julio Verne, Frank Kafka,Julio Cortázar, Juan Rulfo, Alejo Carpentier y José Martí. 


¿Cuál es su novela y cuento favorito?
Es difícil decidir entre tanta literatura de calidad. Yo tengo varias obras literarias predilectas las cuales releo cada un par de años, pero bueno, circunscribiéndome a la pregunta, me quedo con la novela “Salambó” de Gustave Flaubert y con el cuento “El pozo y el péndulo” de Edgar Allan Poe.

¿Cuenta con libros publicados?
Aun no tengo ningún libro publicado, pero si varios cuentos incluidos en selecciones de editoriales españolas, entre ellos, los cuentos infantiles “Imaginación”, en el libro “Microcuentos para niños”, de la Colección Verbum y “El tesoro del Abuelo”, incluido en el Libro del concurso “Sin fronteras de Otxarkoaga”. En literatura para adultos, el cuento “Fotosíntesis” integró la antología “De sueños y visiones”de Lunaria Ediciones, México, y decenas de cuentos cortos han sido editados por “Letras con arte” y “Letras como espada”.
Varias poesías, epigramas y aforismos de mi autoría han sido incluidos en antologías, como el IV Certamen Literario “Enrique Segovia Rocaberti”. Además colaboro con Revistas literarias como Culturamas y AWEN.
Próximamente saldrán publicados los cuentos “El precio de la inmortalidad”, finalista del
Premio Anubis 2017, Argentina, y “El Regalo”, mención en el concurso LETRA D´ KMBIO 2017,Cuba.


¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Llevo varios proyectos a la vez, un poemario de haikus, una novela infantil y un par de libros de cuentos cortos. Diversificarme aumenta mi creatividad y recupero el tiempo perdido. Trato de dedicar un par de horas del día a escribir y a leer, aunque mi trabajo como periodista y las tareas de la cotidianidad a veces me absorben y suelo conformarme con escribir un par de líneas en la noche.
Agradezco al colectivo de Anubis por abrir una puerta a los escritores de los géneros de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción.